Investigadores de la Universidad de Northeasten situada en Boston,
Estados Unidos, han fabricado un brazo robótico que se controla con los
ojos, permitiendo así que personas con discapacidad puedan alimentarse
por sí mismas. Este brazo robótico ha sido denominado como iCRAFT.
Tiene potencia, según explicaban los investigadores “para dar a miles
de personas algún tipo de discapacidad, la independencia a comer con una
ayuda mínima de un cuidador”.
Esta creación se trata de un proyecto final de curso,
el cual está dirigido por Mohamed Kante y cinco compañeros más de su
clase de ingeniería eléctrica en la universidad. Este grupo, ha
conseguido devolver cierta “independencia” a aquellos pacientes que sufren algún tipo de discapacidad física.
Existen también otros aparatos electrónicos, como por ejemplo
BrainGate que permite a los pacientes controlar un brazo robótico con la
mente, no obstante, esta tecnología requiere también una parte de
cirugía o implantación en la
persona para conectar los deseos del
usuario con los comportamientos del robot.
Sin embargo, iCRAFT no requiere ningún tipo de conexión física entre el usuario y el dispositivo de control.
Lo único que tiene que hacer el paciente es mirar un cuadro en una
pantalla de ordenador. Los investigadores desarrollaron un software de
seguimiento ocular, el cual permite a los usuarios elegir los alimentos.
Tres segmentos de colores de la pantalla corresponden a dos platos de
comida y una botella de bebida. El cuarto segmento, más grande, le
permite al paciente tomar un descanso de comer.
Cuentan uno de los investigadores que: “el mejor momento de esta
experiencia fue realmente cuando se pudo controlar el brazo robótico con
nada más que los ojos”. Meleis, añadía que la interfaz gráfica de
usuario diseñada por el equipo es impresionante debido a su sencillez.
Además, cuenta el equipo de investigadores que las alternativas que
están actualmente presentes en el mercado tecnológico de
“auto-alimentación” tienen un coste bastante elevado de unos 3.500 dólares (2.782 euros), pero que, iCRAFT en cambio, se puede construir por el precio aproximadamente de 900 dólares (715 euros), lo que convierte a esta tecnología en una herramienta más asequible y económica para las personas con discapacidad, sus cuidadores y sus familiares.
Via: gizig
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